lunes, 21 de julio de 2008

Leyes de Murphy

1.Si algo puede salir mal, saldrá mal.
2.Todo lleva más tiempo del que usted piensa.
3.Si existe la posibilidad de que varias cosas vayan mal, la que cause más perjuicios será la única que vaya mal.
4.Si usted intuye que hay cuatro posibilidades de que una gestión vaya mal y las evita, al momento aparecerá espontáneamente una quinta posibilidad.
5.Cuando las cosas se dejan a su aire, suelen ir de mal en peor.
6.En cuanto se ponga a hacer algo, se dará cuenta de que hay otra cosa que debería haber hecho antes.
7.Cualquier solución entraña nuevos problemas.
8.Es inútil hacer cualquier cosa a prueba de tontos, porque los tontos son muy ingeniosos.
9.La naturaleza siempre está de parte de la imperfección oculta.
10.La madre Naturaleza es una perezosa.


[para los que siempre se preguntaban cuáles eran... acá están! si, yo fui esa persona que se pone a buscar las leyes de murphy en internet, y si, si tengo otras cosas que hacer!]

domingo, 13 de julio de 2008

Cura de voz

“Se consume la voz de gritarle en vano al viento. No podemos nadar si tus ríos están secos”

El anhelo de gritar al viento,
En una mezcla de risa y llanto
Y porque no, de insultos y patadas
Al viento, a vos, a todos…
los ciegos de sensaciones externas
Para que vean la intensidad
De mi pena,
que exaltada ya no calla,
Que no aflora en un simple
“¿cómo estás?”
Por convencionalismo
Rigidez o miedo…
Quisiera que se consuma la voz,
Enteramente,
esa voz para todos,
menos para mí.
En una cura de llanto,
se consuma esta disfonía interior,
y reconstruir mi voz.
[Dibujo de alcastor, un amigo]

Academia de corte y confección

Empecé con cierta excitación (como todo lo nuevo). Varios maestros y otros casi, explicaron sus distintas técnicas para enhebrar, coser, zurcir… todo tan complejo, familiar a veces y otras no tanto. Resolví lanzarme de una vez, fui ahí cuando tomé el pedazo de tela rojo, como la sangre o algunas flores, hice el molde…uno grande, tanto como la ilusión. Era un gran corazón. Pero reparé que mi saco no tenía espacio donde coserlo; entonces tuve que recortarlo un poco, lo probé… y bueno hay que tijeretear un poco más, y así seguí, hasta que quedó casi del tamaño de mi mano…abierta, como cuando la apoyo en el pecho…
Cuando me decidí a coserlo, tenía tanta información que no podía decidir que punto sería el mejor; lo querría prolijo o más rústico, invisible o… No lo sabía.
Así que puntee con un poquito de cada uno que conocía,
En ese momento cuando vi mi trabajo terminado, noté todas las fallas e imperfecciones,
así como el regocijo de haberme animado a hacerlo…


[No hay academia de corte y confección
que valga en este tipo de cuestión,
sólo coser y descoser muchas vueltas
hasta creer que esta vez quedó “bien”,
a veces remendarlos,
o hilvanarlos antes,
incluso a veces pincharse.
Las puntadas en algunas tandas
serán más grotescas o más finas
con más o menos conciencia,
con más o menos coraje,
con más o menos utopía…
En fin
lo importante detrás no es la puntada,
sino el agujero,
no es el recorte, sino el retazo cortado,
que cae al suelo,
como partícula del olvido…]