lunes, 29 de septiembre de 2008

Modelo para dibujar

Un día garabateando en su cuaderno, dibujó a ese tierno nene que alguna vez conoció. Esbozó lo que iba recordando… Sus ojos, su sonrisa, sus pestañas, la mueca que hacía de tanto en tanto. Todas las memorias iban mezclándose con aquellas emociones que despertaban y otras tantas, y así, en la mixtura empezó a tomar forma el garabato. Le puso un gran corazón, una mirada romántica y apaciguadora, unas grandes manos con sus respectivos abrazos, y lógicamente, no faltarían los besos que los acompañaran en su trayecto. Esbozó una hermosa y entrañable imagen de ese hermoso muchachito con que aquel día se codeó. Una buena mañana caminaba por las cuadras del barrio junto a su cuaderno, cuando cruzó la mirada con esa que alguna vez conoció, pero ese afable niño ya no era el mismo, no era aquel que ella había retratado con la presumida fidelidad, este ya no la quería … Arrancó la hoja del cuaderno, decidió que prefería modelos en vivo…